Primero, y quizá lo más importante, el sistema de ADSL que llega hasta nuestros hogares se construye en base al hilo de cobre convencional de los teléfonos. Un sistema que ha quedado obsoleto debido las necesidades que tenemos, actualmente, con nuestro uso diario de la red.
Por contraposición el sistema de Fibra Óptica se construye mediante un cableado propio de alta capacidad. Para hacernos una idea, un cable de Fibra Óptica pueden transmitir la misma cantidad de datos que 1100 hilos de cobre telefónicos. Por lo que su velocidad de transmisión de datos es mucho mayor.
Esta ventaja de la Fibra Óptica viene asociada a su inmunidad frente a las interferencias eléctricas o electromagnéticas, un ruido externo a nuestra conexión que produce perdidas de información o hace peligrar nuestra estabilidad en la línea, dependiendo de los cambios climáticos. Un efecto que hemos podido comprobar desde pequeños en nuestras llamadas telefónicas. Ésta es una de las razones por las que la Fibra Óptica ofrece una mayor calidad de conexión que el ADSL.
Otro dato que no podemos dejar de valorar, es la distancia de tu router con respecto a la central telefónica. En los domicilios más alejados de las centrales, la conexión ADSL ofrece al usuario una señal muy pobre. Es decir, dependiendo de los metros de distancia que haya entre estos dos puntos, perderemos más o menos información. Este efecto se conoce como atenuación de la señal, dicha consecuencia no ocurre con la Fibra Óptica, pues su capacidad de transmisión es estable para todos los hogares, independientemente de su localización.
Siguiendo con esta exposición de razones continuamos con un principio básico de la ciencia, mientras que el hilo de cobre transmite electricidad, lo que transmite la fibra óptica es luz. Por lo que la información viaja a una mayor velocidad y no disminuye conforme avanza a lo largo del cable.
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